Glosario de Whisky: Malta (Malted Barley)
- Victor Ramos
- 18 jun
- 2 Min. de lectura
La malta es el producto del proceso de malteado, el primer paso clave en la elaboración de un tipo de whisky. Aquí es donde la cebada se humedece y se somete a un proceso de germinación parcial, activando las enzimas que convierten el almidón en azúcares fermentables. Posteriormente, para detener la germinación, los granos se secan con calor, tradicionalmente se emplea el humo de la turba, lo que infunde un perfil en el grano. El tipo de secado y su temperatura afectan el sabor, la intensidad aromática y la eficiencia del mosto resultante.

Aunque otros cereales pueden ser malteados, en el mundo del whisky, cuando se habla de “malta”, se sobreentiende que se refiere a cebada malteada.
La malta es fundamental no solo por su función técnica, sino también por su influencia en el perfil sensorial del whisky. Aporta notas que pueden ir desde cereal y miel hasta bizcocho, nueces o frutas secas. En los single malt, whiskies elaborados exclusivamente a partir de cebada malteada en una sola destilería, su protagonismo es vital. En mezclas (blended whiskies), suele ser un componente aromáticamente más expresivo frente al whisky de grano.
El grado de tostado de la malta, el tipo de cebada y las condiciones del malteado afectan directamente el carácter del destilado. Por eso, muchas destilerías trabajan estrechamente con malteadores especializados o incluso controlan su propia producción de malta para asegurar consistencia y calidad.
✨ ¿Sabías que...?
El término "single malt" no significa que se elabore de una sola variedad de cebada, sino de una sola destilería.
En resumen: La malta es cebada germinada y secada, clave en la producción de whisky. Aporta los azúcares para la fermentación y una amplia gama de sabores al destilado.
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